Si estás en la dulce espera de tu primer bebé, quiero decirte esto

El fin de semana pasado tuvimos la visita de unos amigos de mi esposo. Se trataba de dos parejas que están en la dulce espera de sus primogénitos. Era obvio que en algún momento la conversación iba a centrarse en los bebés. Sus conversaciones acerca de los análisis y cuidados que llevan las mujeres en el embarazo, qué cosas comprar para el recién nacido, preocupaciones sobre conseguir una plaza en una guardería y expectativas sobre la crianza me hicieron sentir por unos segundos completamente desfasada.

Desfasada no por no estar conectada con este tema o por desinterés, sino porque pensé en mi propio embarazo y me pareció muy remoto. Han pasado tres años pero se siente como si hubieran transcurrido diez. Tengo la impresión de haber olvidado varias cosas como el orden de los trámites que hay que realizar, de qué tratan las citas con el ginecólogo o lo que ocurrió en cada mes de gestación con mi cuerpo y con el bebé que iba desarrollándose adentro.

Al mostrarnos orgullosamente fotos de las ecografías de sus bebés y adivinar qué representa cada una de las manchas, miré a mi esposo y él a mí... sabía en qué estaba pensando en ese momento: nosotros ya estamos en otra etapa, ya hemos cerrado esos primeros capítulos de la paternidad y ahora estamos viviendo otros.

Resulta que él también se sintió desincronizado.

Hace tres años que Pierre y yo nos embarcamos en la aventura de la paternidad. Al ser una de las primeras parejas en nuestros grupos de amigos en iniciar este viaje, nuestra experiencia al inicio fue bastante solitaria en el sentido que no compartíamos todos nuestros sentimientos y dudas con nuestros amigos por pensar que no nos comprenderían, que el tema les aburriría o que simplemente no les interesaba. Comenzamos navegando el mar misterioso de la paternidad a ratos con muchas dudas y temores y otros con plena confianza en que todo va a salir bien. Nunca contamos con un mapa de ruta, le hicimos y hacemos caso a nuestra intuición, al conocimiento que fuimos teniendo de nuestra hija y a recomendaciones de padres más expertos que tampoco consideramos como ley universal e inequívoca pues los hijos son diferentes y lo que ha funcionado a unos no siempre funciona a otros (no tiene que).

7 meses de embarazo - setiembre 2018

Actualmente Amelia tiene dos años puedo decir que por fin ya me siento más relajada, me tengo más confianza en mi actuar como madre y sigo aprendiendo a serlo pues siempre van surgiendo cosas nuevas.

Ahora que otras parejas amigas empiezan a sumarse a la aventura de ser padres les digo que no es necesario sobreprepararse y leer cientos de manuales, por supuesto que es mejor estar informados pero tampoco se frustren si no todo sale como el libro lo sugiere. Les digo también que es bueno acudir a otras parejas con hijos más grandes y que ya han pasado por estas etapas. A mi me pasa que cuando hablo con una mami sobre algo que me inquieta y que le está ocurriendo a Amelia la mayoría de las veces me quedo tranquila luego pues me entero que finalmente es normal.

Y por último les digo que confíen en su intuición y que disfruten el recorrido que, como ya saben, no tiene marcha atrás.

Les deseo un excelente viaje!

Atravesando en lago Lemán con Amelia de 10 meses