Respira, mamá...y piensa en Cancún
- Lizeth
- 30 mars 2020
- 3 min de lecture
Dernière mise à jour : 1 avr. 2020
¿Cuántas veces me va a pasar que voy a querer poner pausa mi rol de madre? Muchas, seguramente. Ayer domingo 29 de marzo, por ejemplo, pasó.
El día nublado y frío y el hecho que me costó dormir la noche del sábado predijeron de algún modo la jornada abrumadora que tendría el domingo. Desée por unos minutos estar sola en alguna playa de Cancún con una piña colada en la mano y con la única preocupación en mente de: ¿cómo me veo en este bikini?
Ayer Amelia, mi peque de 16 meses, me hizo perder la paciencia y quienes me conocen saben que yo soy una persona muy calmada (love and peace bro) y paciente, pero todos tenemos un límite. Desde que ha empezado la cuarentena en Francia mi hija está muy rebelde y desobediente. Mis "no" son ignorados y quizás tenga que ver el hecho de que su rutina ha cambiado ahora que no sale como antes o que se está acercando a "los terribles dos". El hecho es que la acumulación de unos comportamientos que no acepto de ella que viene arrastrando de varios días junto a mi sinusitis mañanera y mi falta de motivación posiblemente ocasionada por la bajada de temperatura y un cielo gris cual enero se convirtieron ayer en un cóctel perfecto para mi pérdida de paciencia y buen humor. Vaya domingo.
Fue la primera vez que la noción del castigo empezó a resonar en mi cabeza y a la vez me pareció algo aberrante plantearme eso desde ahora porque ella es aún pequeña. Entonces, ¿a partir de cuándo hablamos de castigar? ¿Qué hacer para corregir comportamientos si no entienden "a las buenas"?
Harta de berrinches y explicaciones repetidas tipo "no se hace así", ayer dejé que mi marido manejara la situación y yo fui literal a encerrarme a la habitación por unos minutos para estar sola, para pensar en otra cosa, para respirar y para que el autocontrol y la paciencia vuelvan a mi. Apenas me sentí mejor con el mundo volví a estar con mi familia y el abrazo de Amelia junto con su "mamá" me derritieron en un segundo.
Entendí por primera vez la difícil tarea de ser una madre o padre cool y divertido y a la vez firme para poner límites. Es complicado hallar ese equilibrio y evidentemente en algo estoy o estamos (mi marido y yo) fallando, algo habrá que cambiar. Toda la situación nos hizo preguntarnos por qué Amelia podría estar así y a ponernos de acuerdo sobre qué podríamos hacer para cambiar y evitar que repita comportamientos que le prohibimos. Esto es un trabajo de equipo.
Espero que notemos algún cambio en ella los siguientes días porque si vamos a pasar el resto de la cuarenta de esta manera, pues no nos vamos a disfrutar entre familia y eso es triste. Por lo menos al final del día nos pusimos de acuerdo con mi marido en irnos de vacaciones a Cancún junto con Amelia ya sea éste o el próximo año…eso si, en un hotel que tenga un club para niños 24h/24 y todos los días de la semana jaja
Au revoir,
Liz

Esta foto que comparto es del 2011 cuando fui a México con mi hermana. Quisiera llenar esta descripción de tantos adjetivos pero solo diré que fue un viaje inolvidable y que desearía volver con mi hija y mi esposo.
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