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Karma en la maternidad

  • Photo du rédacteur: Lizeth
    Lizeth
  • 28 avr. 2020
  • 3 min de lecture

La ley del karma se aplica hasta en la maternidad y lo estoy comprobando! Desde muy chiquita, mi hija nunca fue de tener buen apetito. Recuerdo que cuando empecé a darle de comer sólidos tenia que insistir para que probara la comida, sino la rechazaba automáticamente. Yo simplemente no entendía por qué no mostraba interés en sus purés. Recuerdo que en el verano del 2019 cuando Amelia tenia 8 meses, fui cierto día a la playa con una amiga y su bebé que es dos meses mayor que mi hija. Cuando llegó la hora de comer me quedé sorprendida al ver que su chiquita recibía muy bien las cucharadas de su comida que además era de esos purés de verduras ya preparados que venden en los supermercados y que tienen un sabor particular. Y la mía... pues la mía me esquivaba cada cucharada de mi comida. Y para seguir echándole leña al fuego, Amelia no soporta estar mucho tiempo en su silla de comer. Es una niña muy activa y creo que se debe sentir encarcelada en su silla. Así que con el fin de mantenerla quieta, al inicio yo le daba de comer haciendo de todo: cantar, mostrarle libros, incluso llegué a dar unos pasitos de baile...pero un día me harté de esa pantomima diaria y le puse un video de una canción infantil. Fue magia. Y empezó a comer de todo sin quejarse. Me sentía feliz de haber encontrado mi aliado para las comidas. Sabia muy bien que las pantallas no están recomendadas pero yo me justificaba diciendo que si es solamente para la hora de comer no debería ser tan malo, ¿cierto?




¿Y qué creen? Ahora no quiere comer si no le pongo sus canciones infantiles que le gustan ya sea con la televisión o con el celular. Se le ha vuelto un VICIO y obviamente es mi culpa. No solo eso, si por ejemplo ya ha terminado de comer y le apago el celular, se pone a llorar de cólera. No me envíen a la hoguera por esto por favor. Es necesario un cambio urgente por su bien y el de sus padres. ASÍ QUE... desde hace 3 días le corté radicalmente la pantalla para las comidas. De raíz, antes que sea muy tarde y se convierta en algo incontrolable. Si bien sigue sin soportar mucho tiempo en su silla, siento que se está adaptando poco a poco. Ya no se pone a renegar tanto como antes, ok no termina su plato entero pero veo que hace el intento de comer algunas cucharadas ella sola y respeto si veo que ya no quiere comer.

Vamos a ver si en los próximos días sigue progresando esta muchachita. Y cuando le cuento estas cosas a mi mamá me dice que mi hermana y yo fuimos igualitas! Que algunas veces nos tuvo que llevar al pediatra porque no queriamos comer. La pobre, ahora siento piedad por ella y por esos momentos desagradables que le hice pasar. Recuerdo también en algún momento haber juzgado a un padre que le estaba dando de comer a su hijo con el celular. Y ahora yo estoy en esa mismísima situación. ENTONCES: evitemos juzgar a otros padres por favor, sobretodo si no conocemos el contexto de la familia. Yo creo que cada padre o madre hace lo que puede, con la mejor intención para con su hijo. Si con el tiempo se ven consecuencias que empiezan a ser dañinas para el niño,es allí donde hay que ser listos y FUERTES como padres para poner un STOP antes que se convierta en algo grave. Pero evitemos juzgar a la primera porque no conocemos las circunstancias y quien sabe, en algún momento uno estará replicando ese mismo acto criticado. Se llama karma.


Lizeth

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